En esta obra se trata el sometimiento femenino al árbol genealógico y a los deberes familiares de un modo un tanto paradójico. Sus cuerpos aparecen fragmentados en distintas fotos que sustentan un mismo linaje. Se trata de cuerpos desorganizados, envueltos en un ambiente sadomasoquista, en el más nefasto de los sentidos, en el de los cuerpos sometidos al orden familiar y a la unidad lógica de la genealogía y de la tradición.